De Vuelta
“Y le echó Yahveh Dios del jardín de Edén…”
Génesis.
Un olor a eternidad chispeando en el aire; el piar de pájaros que eran reflejos, de pájaros que eran pétalos de sol; el gélido hálito del río trepando como un amante furtivo; el ronroneo de gatos bohemios; la lluvia desnudándose en los cristales mientras el calor de una pequeña estufa se convertía en el centro del universo; y más, mucho más…
El baño de los sábados y ese incansable frotar diluyendo medallas y cicatrices; el fuego verde de la ortiga en la piel como reprimenda a alguna travesura; el árbol donde maduraban minúsculos soles que al caer y abrirse nos ensuciaban de mediodía, y su luz en la boca como un rumor de estrellas avanzando en la noche; y mis abuelos, sobre todo mis abuelos…
De él su bigote como un arco iris nevado; aquellas manos enormes que podrían contener mares sin que ni una sola gota se escurriese por entre sus dedos; el latir de su pecho sonando a sol cuando compartíamos siesta; los paseos nocturnos entre sus brazos en busca del sueño que mis lloros parecían espantar; su figura imponente como el epicentro de un relámpago en la cabecera de la mesa en la cena de Nochebuena…
De mi abuela su belleza de nieve; su mirada protectora envolviéndome como una sábana de luz; su ir y venir entre las gallinas cuyo torpe y brusco aleteo alteraba mi ánimo; la dulzura con que lavó mis pies al regresar exhausto de la procesión del Cristo; aquella ternura en sus ojos al degollar el conejo que degustaríamos el día siguiente; sus escondidos lloros días después de la muerte de mi abuelo…
Estoy de vuelta; de regreso para quedarme; repito una y otra vez estas palabras mientras me relamo el sabor a pecado en la boca y alzo amenazante la mirada; poco o nada queda de aquel tiempo ebrio de transparencia, de aquella época de desnudez ; pero no estoy triste, ella está conmigo, sí ella, bien la conocéis.
ROSEBUD
“Y le echó Yahveh Dios del jardín de Edén…”
Génesis.
Un olor a eternidad chispeando en el aire; el piar de pájaros que eran reflejos, de pájaros que eran pétalos de sol; el gélido hálito del río trepando como un amante furtivo; el ronroneo de gatos bohemios; la lluvia desnudándose en los cristales mientras el calor de una pequeña estufa se convertía en el centro del universo; y más, mucho más…
El baño de los sábados y ese incansable frotar diluyendo medallas y cicatrices; el fuego verde de la ortiga en la piel como reprimenda a alguna travesura; el árbol donde maduraban minúsculos soles que al caer y abrirse nos ensuciaban de mediodía, y su luz en la boca como un rumor de estrellas avanzando en la noche; y mis abuelos, sobre todo mis abuelos…
De él su bigote como un arco iris nevado; aquellas manos enormes que podrían contener mares sin que ni una sola gota se escurriese por entre sus dedos; el latir de su pecho sonando a sol cuando compartíamos siesta; los paseos nocturnos entre sus brazos en busca del sueño que mis lloros parecían espantar; su figura imponente como el epicentro de un relámpago en la cabecera de la mesa en la cena de Nochebuena…
De mi abuela su belleza de nieve; su mirada protectora envolviéndome como una sábana de luz; su ir y venir entre las gallinas cuyo torpe y brusco aleteo alteraba mi ánimo; la dulzura con que lavó mis pies al regresar exhausto de la procesión del Cristo; aquella ternura en sus ojos al degollar el conejo que degustaríamos el día siguiente; sus escondidos lloros días después de la muerte de mi abuelo…
Estoy de vuelta; de regreso para quedarme; repito una y otra vez estas palabras mientras me relamo el sabor a pecado en la boca y alzo amenazante la mirada; poco o nada queda de aquel tiempo ebrio de transparencia, de aquella época de desnudez ; pero no estoy triste, ella está conmigo, sí ella, bien la conocéis.
ROSEBUD
5 comentarios:
Rosebud, sabes poetizar el pasado, llenarlo de lágrimas llenas de amor... la verdad es que me parece una forma de memoria cargada de presente, el pasado que nos hace y nos rehace.Los abuelos, pilares de nuestras vidas que jamás nos dejarán...
Me ha encantado tu relato.
O sr.Rosebud embárcanos nunha fermosa viaxe...deslizándonos por cada verba coa suavidade do íntimo agarimo ...emocionándonos con cada xiro, nese máxico tobogán dos recordos...
Emocionante!!!
"...Mr. Rosebud volve á carga cun relato que ben podería formar parte do Antigo Testamento , verbas e sentimentos sagrados que non deberían de ser mencionados por ninguén...agás por un poeta coma el.."
Bíblico ¡¡
Realmente fermoso.
cada una de tus palabras es una puerta que se abre a mi infancia...felicidades por ser capaz de expresar así.
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